TEMA 6: LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI

Con Carlos I, nieto de los Reyes Católicos, se entronizó definitivamente en las coronas de Castilla y Aragón la dinastía de los Habsburgo, también conocidos como los Austrias, por ser Austria el territorio patrimonial del que procedía su linaje por su padre Felipe El Hermoso.

Durante la mayor parte del siglo XVI gobernaron dos reyes: Carlos I en la primera mitad de siglo y Felipe II en la segunda. Es la España de los denominados Austrias Mayores.

Durante el siglo XVI la monarquía hispánica se convirtió en la gran potencia hegemónica de Europa, a la que se añadía un enorme imperio colonial que incluyó la Corona de Portugal en 1580. Pero también se fraguó el germen de su decadencia futura con el endeudamiento crónico de la monarquía y el empobrecimiento de Castilla, en beneficio de la banca, la industria y el comercio extranjero, los cuales se convirtieron en receptores de las riquezas llegadas de América.

 

1.- EL IMPERIO DE CARLOS V (1516-1556)

 

1.1.- LA HERENCIA DE CARLOS I

Carlos I, hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, nació en Gante en 1500 y heredó un importante número de territorios tras ser proclamado rey de la Monarquía Hispánica en 1517:

  1. Por línea materna, hereda de su abuela Isabel, la Corona de Castilla, Navarra, Canarias, las plazas norteafricanas y los territorios americanos. De su abuelo materno, Fernando, hereda la Corona de Aragón y sus posesiones en Italia (Cerdeña, Nápoles y Sicilia).
  2. Por línea paterna, hereda de su abuela María de Borgoña, los Países Bajos, Charolais, Luxemburgo y el Franco Condado. De su abuelo paterno, Maximiliano de Austria, hereda los Estados de la Casa de Habsburgo (Austria, Estiria, Tirol y Carniola) y los derechos al trono imperial alemán (Sacro Imperio Romano Germánico).

 

Además, en 1519, fue elegido emperador del Sacro Imperio que por tradición solía recaer en la dinastía de los Habsburgo, con el nombre de Carlos V.

 

1.2.- LOS CONFLICTOS INTERNOS

A la muerte del emperador alemán Maximiliano de Austria, el trono imperial quedó vacante. Pugnaron por él el nuevo rey de España y Francisco I de Francia, pero los metales preciosos que comenzaban a llegar de América y los impuestos recaudados en Castilla garantizaron los fondos que Carlos necesitaba para su sueño imperial. Estos impuestos y la actitud insolente de sus consejeros flamencos suscitaron pronto una serie de revueltas internas.

 

1.2.1.- LAS COMUNIDADES (1520-1522)

La presencia de extranjeros en los altos cargos políticos castellanos y la mayor preocupación del monarca por sus posesiones en Europa provocaron un movimiento hostil hacia Carlos y su política europeísta.

La sublevación de las Comunidades comenzó en la Corona de Castilla en 1520 cuando se levantaron las principales ciudades castellanas (Toledo, Segovia y Salamanca) y sustituyeron el poder municipal por comunas, integradas por artesanos, comerciantes y miembros de la baja nobleza y del bajo clero. Las reclamaciones principales del movimiento eran: el regreso a España de Carlos V, la limitación de los excesos de los consejeros flamencos en sus cargos, la reducción de impuestos y gastos de la Corona, la prohibición de la salida de oro, plata y lana y un mayor protagonismo político de las Cortes.

La aristocracia se mantuvo al margen hasta que los comuneros, para ganar apoyo popular, animaron los movimientos antiseñoriales. Entonces, la alta nobleza cerró filas con los representantes del monarca derrotando a los comuneros en Villalar en 1521, donde fueron ajusticiados sus líderes (Bravo, Padilla y Maldonado) suponiendo el final del movimiento y asegurando el triunfo del autoritarismo real.

La principal consecuencia de la revuelta comunera fue la alianza entre la monarquía y la alta nobleza que puso fin al movimiento y afianzó el autoritarismo del Rey.

 

1.2.2.- LAS GERMANÍAS (1519-1523)

La sublevación de las Germanías fue casi simultánea, con Valencia como escenario, que se extendería a Murcia y Mallorca. Sus fundamentos son menos políticos y más sociales, tratándose de revueltas antiseñoriales.

En 1519 los gremios de artesanos de Valencia pidieron permiso al rey para reclutar una milicia o hermandad (Germanía en valenciano) con el fin de defender la costa contra los piratas berberiscos. La peste provocó la huida de la nobleza y ante el vacío de poder las Germanías se reunieron en Junta y propusieron la reducción de los privilegios de la nobleza. La sublevación contó con la participación de los artesanos de las ciudades, los campesinos más pobres y el bajo clero, configurando un conflicto de clases entre éstos y la nobleza.

El final del movimiento fue similar al comunero castellano cuando los agermanados fueron derrotados por los señores aliados a las tropas del rey, y sus cabecillas (Vicente Peris) duramente castigados. La alianza entre monarquía y nobleza, en detrimento de la burguesía, también quedó sellada en el reino de Valencia.

La Corona fue la gran vencedora de ambas revueltas. Las Cortes de Castilla se convirtieron  en una institución sumisa, los nobles se convirtieron en fieles aliados del Rey y la política exterior se financió con recursos económicos y humanos de Castilla sin oposición.

 

1.3.- LOS CONFLICTOS EXTERNOS

Los conflictos exteriores de tan vasto imperio fueron constantes y numerosos, debido a las pretensiones imperiales y religiosas de Carlos I y provocaron enormes gastos militares que absorbieron gran parte de la riqueza económica de Castilla.

 

1.3.1.- RIVALIDAD CON FRANCIA

La lucha por la hegemonía europea llevó al emperador a enfrentarse con Francisco I de Francia, debido a la rivalidad personal existente entre ambos monarcas, la incorporación a Castilla del reino de Navarra, no aceptada por Francia, y las luchas por la hegemonía en Italia.

Carlos V hizo frente a seis guerras contra Francia. En la primera, en 1521, los franceses invadieron Navarra y desde Milán trataron de asegurar su hegemonía en el norte de Italia. Los franceses fueron rechazados en Navarra y derrotados en el Milanesado en la batalla de Pavía (1525) en la que el propio rey, Francisco I, fue hecho prisionero. Así, España afianza su predominio con el control de Milán, que se incorporó a los dominios españoles. Las luchas se reanudaron en 1536, prolongándose durante 20 años, aunque intercalando periodos de paz.

 

1.3.2.- LUCHA CONTRA LOS PROTESTANTES

El emperador consideró la lucha contra la reforma protestante como una obligación propia de quien era jefe político de la cristiandad. Además, Alemania había sido el principal escenario de la reforma de Lutero, a la que se habían adherido numerosos príncipes para fortalecer su poder mediante la confiscación de bienes a la Iglesia católica.

En 1521 Carlos V convocó la Dieta de Wörms, en la que el emperador fijó su oposición a Lutero. Algunos príncipes alemanes que ya habían aceptado las doctrinas luteranas, protestaron ante las exigencias del rey, de donde les proviene su nombre de protestantes.

Posteriormente en 1545, el papa Pablo III, apremiado por el emperador, convoca el Concilio de Trento para intentar solucionar el problema de la reforma. Finalmente, el emperador tuvo que luchar contra los príncipes protestantes a los que derrotó en la batalla de Mühlberg (1547). La victoria aumentó su poder en Alemania pero no resolvió la cuestión al seguir extendiéndose las ideas luteranas. Por la Paz de Augsburgo, en 1555, se reconoció oficialmente la ruptura religiosa de Europa entre protestantes y católicos, reconociendo el derecho de los príncipes a imponer su religión a sus súbditos (Cuius regio, eius religio).

 

1.3.3.- LUCHA CONTRA LOS TURCOS

Durante la época de Carlos V se hizo patente la necesidad de la defensa de la cristiandad contra los turcos, cuya amenaza en la zona mediterránea era constante. La confrontación tuvo dos escenarios:

  1. En el centro de Europa, los ejércitos del sultán turco Solimán el Magnífico ocuparon Hungría y sitiaron Viena, amenazando los territorios de la casa de Austria. Las tropas turcas fueron detenidas por el ejército imperial a las puertas de Viena.
  2. En el Mediterráneo occidental, los corsarios de Barbarroja ocuparon varias plazas conquistadas por Fernando el Católico en el norte de África. Incluso saquearon algunos pueblos de la costa española. Carlos V sufrió la derrota de Argel frente a los turcos.

 

2.- LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE FELIPE II (1556-1598)

En 1556, Carlos V abdicaba en Bruselas, para retirarse al Monasterio de Yuste (Cáceres), repartiendo sus dominios: su hermano Fernando recibía el título imperial y el Sacro Imperio Romano Germánico; el resto, las coronas hispánicas con su Imperio de Ultramar, las posesiones italianas y los Países Bajos, a su hijo Felipe II, a lo que añadiría más tarde Portugal, convirtiéndose en la monarquía más poderosa del momento.

 

2.1.- LA POLÍTICA HEREDADA (1556-1560)

El primer reto que como gobernante debe afrontar Felipe II es la resolución de los problemas que su padre había dejado sin resolver. Por eso, sus primeros años de reinado están dominados por la llamada "política heredada", con dos aspectos: guerra con Francia y el aumento de la tensión espiritual en Castilla.

 

2.1.1.- GUERRA CON FRANCIA

La rivalidad entre Carlos I y Francisco I, reverdece con Felipe II y Enrique II. El conflicto tiene dos vertientes: la guerra con Francia, causada por las viejas diferencias no resueltas y el temor a que el nacimiento de un heredero del matrimonio de Felipe con María Tudor de Inglaterra significara un cerco completo a Francia; y la guerra contra el Papa, que ve en peligro su poder temporal, si el poderío español sigue reafirmándose en el Mediterráneo, especialmente en Italia.

Primero actúa en Italia, donde ordena al virrey de Nápoles, el Duque de Alba, que invada el Pontificado y obliga a Paulo IV a aceptar la paz, en 1557.

Prepara en Flandes un ejército para invadir Francia, mandado por Manuel Filiberto de Saboya. Ponen cerco a San Quintín, que conquistan en agosto de 1557. A continuación la guerra se centra en Flandes donde derrotan a los franceses en la batalla de Gravelinas a mediados de 1558. La Paz de Cateau-Cambresis (1559) sella la paz, reconoce la hegemonís española en Italia  y pone fin, por el momento, al enfrentamiento con Francia.

Se pone fin así a la política imperial de Carlos V y se inicia la supremacía española en Europa, el siglo de oro de las armas españolas, que durará hasta la paz de los Pirineos (1659).

 

2.1.2.- CASTILLA

La religiosidad flamenca (carente de formalismos) y el apocaliptismo de Savonarola tienen eco en España, sobre todo entre franciscanos, conversos y mujeres, convirtiéndose en un movimiento religioso encabezado por Isabel de la Cruz y Pedro de Alcaraz, que provocará la intervención de la Inquisición. Junto a esto se descubren núcleos luteranos en Valladolid y Sevilla, desmantelados por la Inquisición en cuatro Autos de Fe. Así, entre 1559-1560 se pone fin a las veleidades religiosas del interior. España se convertirá en el brazo armado de la Contrarreforma (En 1563 terminó el Concilio de Trento (convocado en 1545) y la Iglesia católica adquiere sentido militante -representado por la Compañía de Jesús- con el objetivo de recuperar los países protestantes para la catolicidad y extenderla al Nuevo Mundo).

 

2.2.- PROYECCIÓN DE LA POLÍTICA DE FELIPE II (1560-1598)

Entre 1560 y 1598 se desarrolla la política personal del rey que se articula en dos ejes:

 

2.2.1.- EJE MEDITERRÁNEO: MADRID-ROMA-CONSTANTINOPLA.

La paz con Francia y el aumento de ingresos de la Corona permite al rey abrir el frente meridional contra los turcos. La primera acción acaba con la derrota de los Galves, tras el rearme atacan la isla de Malta iniciándose la recuperación española.

Otro problema es la sublevación de los moriscos granadinos de Las Alpujarras. Su conversión dudosa, el que pudieran convertirse en aliados de Turcos y piratas berberiscos, llevan a que el Rey prohibiera su lengua y su cultura, sirviendo de detonante para la revuelta que estalla en 1568. Felipe envía a su hermanastro D. Juan de Austria que somete lentamente a los moriscos, faltos del apoyo turco. Se pone en marcha la dispersión de los moriscos por Castilla, que perjudicaría a la administración central, precipitándola hacia la crisis.

En 1570 Chipre es tomada por los turcos. Pío V organiza una Santa Liga contra ellos, que se firma en 1571 entre España, Venecia y el papado, con Juan de Austria como jefe supremo de la flota. El 7 de octubre de 1571 se produce el enfrentamiento en el golfo de Lepanto, con triunfo cristiano, pero que por las graves pérdidas no pudo explotarse. En 1577 España firma la tregua con el sultán Mohamet Alí, base para la larga paz del Mediterráneo.

 

2.2.2.- EJE ATLÁNTICO: BRUSELAS-LISBOA-LONDRES.

En 1568 estalla la sublevación de los Países Bajos. Éstos eran pieza clave en la economía, así como un estado tapón que controlaba a Inglaterra, Francia y Alemania. Los motivos concretos de la rebelión son resultantes de la política de Carlos V, más que de la de Felipe II (dificultades económicas, política religiosa contra la herejía, introducción de la Inquisición, etc.). Los factores de la revuelta radican: en un sistema político con unos Estados Generales poco representativos; el fortalecimiento del poder central; el creciente deseo de libertad económica sin trabas o en que el rey se negó a tolerar el protestantismo, arraigado en amplios sectores. A todos estos elementos se unen un deterioro progresivo de la economía por la competencia inglesa, las malas cosechas y las necesidades financieras que el despliegue militar del príncipe exige.

En 1566 un movimiento iconoclasta provocó revueltas encabezadas por Guillermo de Orange. Felipe II combatirá la sublevación con la fuerza (Duque de Alba), el pactismo (D. Luis de Requesens y D. Juan de Austria) y de nuevo con las armas (Alejandro Farnesio). Farnesio consolidó el bloque católico del sur (Bélgica). La cesión de los Países Bajos a su hija Isabel Clara Eugenia casada con el Archiduque Alberto en 1598, no fue más que un aplazamiento del conflicto.

 

El problema flamenco presenta derivaciones internas. El príncipe Carlos, hijo de Felipe II, se había aliado con los rebeldes, siendo descubierto y encarcelado en sus aposentos, donde muere, levantando sospechas de culpabilidad hacia su padre. Años más tarde, el secretario de D. Juan de Austria, Juan de Escobedo, descubre las intrigas de Antonio Pérez, secretario real, y de la princesa de Éboli, con la venta de secretos de estado. Al descubrirse la verdad Antonio Pérez se refugia en Aragón, donde se amotina y, tras la ocupación de zaragoza por las tropas del Rey, huye a Francia (lo que origina problemas en Aragón, donde se ejecuta al Justicia Mayor).

 

En la década de los ochenta se produce la anexión de Portugal, al morir sin sucesión D. Sebastián y proponerse a Felipe II como sucesor, por ser hijo de la emperatriz Isabel, hija de D. Manuel. Lo aceptan los nobles y el clero, pero las clases populares se oponen. En 1580 Felipe inicia una rápida intervención militar y controla el país. En 1581 es nombrado soberano de Portugal por las Cortes de Thomar.

 

En 1588 se desencadenará el enfrentamiento con Inglaterra. La anexión de Portugal daba mayor dimensión atlántica al reinado de Felipe II, compitiendo con Isabel de Inglaterra (hija de Enrique VIII) por el control del mar. Además, Inglaterra intervenía las relaciones comerciales con América a través de piratas. Felipe decide invadir la isla, preparando una flota en Lisboa, que iría a Flandes a recoger los tercios y cargaría contra los ingleses. Problemas técnicos y dificultades climatológicas facilitaron la victoria inglesa sobre la Armada Invencible, en la primera batalla naval moderna.

 

En la década de los 90 se producen las Guerras de Religión francesas. Enrique III de Francia muere sin sucesión y Felipe II hace valer los derechos de su hija Isabel Clara Eugenia. Farnesio entra con las tropas en París, sembrando la desconfianza. Cuando Enrique de Borbón, pretendiente al trono francés, se convierte al catolicismo (“París bien vale una Misa”..., dijo), todos le apoyan y ha de buscarse la paz. Se firma la Paz de Vervins (1598), por la que España abandona sus pretensiones sobre Francia.

 

Los 90 son una década de crisis. Se habían producido bancarrotas en 1557, 1575 y en 1596. Los costes del ejército son enormes, los empréstitos cada vez mayores, la industria inexistente y se produce despoblación agraria. Tras la bancarrota de 1596 se arruinan las ciudades del norte y supuso el final de las aspiraciones felipinas. Además, las relaciones con América habían cambiado, pues tenía una economía similar a la de la metrópolis y la necesitaba menos.

La paz podía haber servido para la recuperación, pero las circunstancias fueron nefastas: se perdieron cosechas, y se produjeron oleadas de hambre y epidemias entre 1599 y 1600, pero Felipe II ya había muerto en 1598, dejando a su hijo un negro futuro.

 

3.- ADMINISTRACIÓN CENTRAL, TERRITORIAL Y LOCAL DE LOS AUSTRIAS

La monarquía hispánica del siglo XVI estaba constituida por un conjunto de reinos dispersos con un alto grado de autonomía, puesto que cada uno de ellos conservaba sus propias leyes e instituciones. El modelo político de los Austrias era una monarquía multinacional y descentralizada, bajo la primacía de la Corona de Castilla, el territorio más rico y poblado.

 

3.1.- EL SISTEMA POLISINODIAL DE GOBIERNO

Se denomina polisinodial al sistema desarrollado por los Austrias, que consistía en el gobierno mediante sínodos o Consejos. Los primeros Consejos fueron creados por los Reyes Católicos y, para desarrollar este sistema, Carlos I creó nuevos Consejos especializados en los asuntos de los diferentes territorios o en cuestiones concretas. Felipe II también realizó algunas modificaciones al sistema, que al final presentaba la siguiente estructura:

  1. El Consejo de Estado, creado por Carlos I, tenía como competencia los asuntos más importantes como la política exterior o las altas cuestiones de Estado.
  2. Los Consejos territoriales, cuyo cometido eran los asuntos particulares de cada reino. Así se crearon el Consejo de Indias, el de Italia, el de Flandes y el de Portugal. El Consejo de Castilla siempre tuvo una importancia mayor que el resto, con competencias de gobierno muy amplias.
  3. Los Consejos temáticos tenían funciones concretas sobre asuntos que requerían una atención particular: como el de la Inquisición, el de Órdenes Militares, el de Hacienda. y el de Cruzada.

A su frente se situaban los Secretarios, personas de la confianza del Rey, que actuaban de enlace entre este y los Consejos. Algunos tuvieron gran poder, como Antonio Pérez.

 

3.2.- LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL

Cada territorio tenía unas instituciones propias que les conferían cierto grado de autonomía. La diversidad era amplia, pero aún así había instituciones similares en varios territorios:

  1. Los virreyes suplieron al monarca en los territorios no castellanos. Este cargo tenía su origen en la Corona de Aragón y hubo virreyes en Navarra, Aragón y los territorios italianos. En los Países Bajos y Milán se establecieron gobernadores.
  2. Las Cortes mantuvieron las mismas funciones con las que fueron creadas. Las Cortes de Navarra y de Aragón, por la doctrina pactista, fueron más reivindicativas que las de Castilla.
  3. Las Audiencias desempeñaron la función del tribunal de justicia en sus respectivos territorios, creándose nuevas sedes durante el siglo XVI: como las de Cerdeña, Canarias y Mallorca. En Castilla siguieron funcionando las chancillerías.

 

3.3.- LA ADMINISTRACIÓN LOCAL

En los municipios castellanos prosiguió la tendencia del control por parte de las oligarquías locales y de los corregidores, a la que se añade la venta de cargos municipales con carácter vitalicio, a fin de recaudar nuevos impuestos. En la Corona de Aragón se extendió el sistema de elección de cargos por sorteo.

 

3.4.- EL EJÉRCITO PERMANENTE

Una constante de este siglo fue la guerra, por lo que fue necesaria la organización de un ejército moderno que mantuviera la hegemonía de los Austrias en Europa. Su base fue los tercios, creados en 1534 para defender Italia y Flandes. Era una unidad de combate, de unos 3000 o 4000 hombres, que contaba con infantería, caballería y artillería, formada por voluntarios, mercenarios extranjeros y reclutas obligatorios castellanos.

Se llegaron a movilizar a 100.000 hombres, pero era muy costoso de mantener.

 

3.5.- LAS FINANZAS

Para mantener el ejército, la burocracia y la diplomacia, y los gastos de la monarquía, fue necesaria la organización de las finanzas. Los ingresos principales provenían de los impuestos de Castilla, como la alcabala (sobre la venta de productos), de las Órdenes Militares, de los subsidios votados en Cortes, de los metales preciosos de América… Los gastos eran muy elevados, por lo que la bancarrota era frecuente. La única solución fue el endeudamiento con banqueros extranjeros (genoveses, alemanes), compensados con el oro de América o privilegios económicos (cobro de impuestos).

 

4.- CONQUISTA, COLONIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE AMÉRICA

 

4.1.- LA CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DEL TERRITORIO

Carlos V se encontró con un vasto imperio ultramarino del que apenas se habían puesto los cimientos. Tras los viajes de Colón, se ocuparon Las Antillas, y después se pasó al continente con la llegada de noticias sobre la existencia de ricos imperios en el interior.

En 1519, Hernán Cortés (Medellín, Badajoz) salió de Cuba y desembarcó en la costa de Méjico. Tres años después, con sólo ochocientos hombres, había dominado el Imperio Azteca, conquistando su capital (Tenochtitlán) y haciendo prisionero al propio emperador Moctezuma.

En 1532, Francisco Pizarro (Trujillo, Cáceres) organizó una expedición con doscientos hombres, con los que, aprovechando la captura y ejecución del emperador Atahualpa, se hizo con el Imperio Inca, que ocupaba el actual Perú.

A estas grandes empresas siguieron otras que fueron completando la conquista del nuevo continente: Francisco de Orellana, de Trujillo, descendió el Amazonas; Vasco Nuñez de Balboa, de Jerez de los Caballeros, atravesó el istmo de Panamá, descubriendo el Océano Pacífico; Lope de Aguirre, impulsado por el afán de hallar el mítico El Dorado, atravesó el Amazonas y el Orinoco; Pedro de Mendoza llegó al río de la Plata y Buenos Aires; Cabeza de Vaca a Tejas; Pedro de Valdivia de Villanueva de la Serena, conquistó Chile; Hernando de Soto (de Barcarrota, Badajoz), el Mississippi.

En apenas 10 años, entre 1540 y 1550 se había explorado casi toda América, desde California hasta el río de la Plata.

En este período también se completa la primera vuelta al mundo, en 1519-1522. En un primer momento fue capitaneada por Fernando de Magallanes, navegante portugués que trabajó para Castilla y que murió durante el viaje. Le sucedió Juan Sebastián Elcano, marino vasco, quien regresó con veintisiete supervivientes y un navío de los cinco iniciales, demostrando la esfericidad de la Tierra.

Miguel Núñez de Legazpi y Andrés de Urdaneta conquistan las Filipinas (por Felipe II).

 

4.2.- LA ADMINISTRACIÓN AMERICANA

Los asuntos americanos se llevaban desde España a través de dos instituciones:

  1. La Casa de Contratación de Sevilla, fundada en 1503 por los Reyes Católicos, tenía como cometido organizar y controlar todo el comercio y la navegación con América: inspección de navíos, recaudación de impuestos, elaboración de mapas, etc.
  2. El Consejo de Indias, creado en 1523 por Carlos I, tenía jurisdicción sobre todos los territorios y organismos americanos y entre cuyas funciones estaban las de elaborar la legislación de Indias, nombrar cargos y fiscalizar los asuntos económicos americanos.

 

La administración territorial adquirió rasgos propios por la peculiaridad americana y la enorme distancia respecto a la metrópoli:

  1. El territorio americano se dividió en virreinatos, circunscripciones de rango superior. Por las Capitulaciones de Santa Fe, el título de virrey correspondía a Colón y sus herederos, pero su nieto renunció a él. Se crearon dos virreinatos: el de Nueva España, con capital en México, por Carlos I en 1535; y el de Nueva Granada, en lo que después será Perú y con capital en Lima, con las Leyes Nuevas de 1542. Los virreyes tenían amplios poderes en su calidad de representantes del rey.
  2. Las gobernaciones eran circunscripciones equivalentes a provincias, regidas por un gobernador subordinado al virrey.
  3. Las Audiencias eran tribunales superiores de justicia, además con funciones gubernativas.

 

4.3.- CONSECUENCIAS PARA LA POBLACIÓN INDÍGENA

La conquista americana tuvo terribles consecuencias para los pobladores indígenas:

  1. Descenso demográfico: por la llegada de nuevas enfermedades de origen europeo, muchas de ellas desconocidas para ellos, por lo que no tenían defensas o anticuerpos; y por la dureza del trabajo al que fueron sometidos, a los que algunos no estaban acostumbrados.
  2. La destrucción de sus formas tradicionales de vida, a la que contribuyó el proceso de evangelización forzosa.

Los métodos empleados en la conquista y colonización americana pronto fueron criticados, en especial por los dominicos. Las protestas se dirigían al uso de la encomienda indiana, que consistía en “encomendar” a un colonizador (encomendero) un determinado número de indios para que trabajasen a su servicio a cambio de ser evangelizados. En realidad se trataba de una forma de esclavitud encubierta.

Estos abusos desataron una polémica en torno a la legitimidad de la conquista y el empleo de la fuerza contra los indios. Los principales planteamientos en este sentido fueron defendidos por fray Bartolomé de las Casas, que anteriormente había sido encomendero. Este fraile dominico, defensor de los indios, sostenía que éstos eran seres racionales y libres, con plenitud de derechos como súbditos del rey de Castilla. La colonización sólo se podía justificar como una empresa evangelizadora y siempre que fuera pacífica.

 

5.- CULTURA Y ARTE DE LA ESPAÑA DEL RENACIMIENTO

 

El Renacimiento surge en Italia en el siglo XV y se difunde por Europa durante el siglo siguiente. En cuanto a la arquitectura, este periodo presenta singularidades propias con tres estilos distintos: el plateresco, de la época de los Reyes Católicos, con obras como la portada de la Universidad de Salamancao la fachada de la catedral de Plasencia; el clasicismo de influencia italiana, en época de Carlos V, con obras como el palacio del emperador en la Alhambra; y el estilo herreriano, desarrollado en tiempos de Felipe II y con la austeridad como característica esencial, como lo demuestra el Monasterio del Escorial.

En escultura predominó la temática religiosa y el empleo de la madera policromada. Destacó la Escuela de Valladolid con autores como Alonso de Berruguete.

La pintura también presenta temática religiosa, destacando especialmente el Greco y el extremeño Luis de Morales “el Divino”.

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