.....Don Rodrigo abrió el cofre y sacó la tela de lino que contenía. Al desdoblarla, vió dibujadas en ella las figuras de varios jinetes de fiero aspecto, armados con sables y ballestas y tocados con turbantes y albornoces a la usanza árabe. Encima de estas figuras aparecía escrita la siguiente leyenda: <<¡Imprudente monarca, contempla los hombres que te arrojarán del trono y subyugarán tu reino!>>.
El Rey se turbó y retrocedió espantado. Entonces, las figuras comenzaron a moverse y se levanto del lienzo un ruido semejante al de un tumulto marcial, con el estrépito de las trompetas, el relincho de los caballos y los gritos de un ejército. A continuación, el lienzo comenzó a agrandarse y extenderse como si fuera una enorme bandera, hasta ocupar todo el recinto. Las vagas e indefinidas figuras se agitaron aun más y el estrépito y el bullicio se hicieron cada vez más furiosos.
Apareció después un gran campo de batalla, donde cristianos y musulmanes iniciaron un mortal combate. En la sala retumbaban el trote de los corceles, el toque repentino de los clarines y el redoble de mil tambores, mezclados con el entrechocar de espadas, mazas y hachas. Los cristianos se acobardaron ante el enemigo y los infieles arremetieron contra ellos, derrotándolos completamente.
Don Rodrigo no quiso ver nada más y se precipitó fuera del fatal salón, seguido por sus aterrorizados acompañantes.
Sostienen los ancianos y los escritores de tiempos pasados que la violación del secreto de esta torre anunció la perdida del reino godo.
(En el año 711 en la batalla de Guadalete cae muerto Don Rodrigo, derrotados por los árabes, con lo que acaba el reino visigodo en Hispania, que pasará a llamarse Al-Andalus)

Washington Irving
Leyendas de la conquista de España.